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Enmascaramiento superior de olores y sabores mediante microencapsulación avanzada
Desde probióticos, pescado y productos lácteos hasta microalgas y hierbas, el secado electrostático por atomización proporciona la eficiencia de fabricación, la eficacia del producto y las ventajas para el consumidor necesarias para competir hoy en día.
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Sep 23
Es un hecho. Nadie quiere probar el aceite de pescado.
A nadie en la industria le sorprende que muchos de los ingredientes que hacen que los productos farmacéuticos, nutracéuticos y de cuidado personal sean tan eficaces también tengan sabores y olores desagradables. Los productos con omega 3 obtenidos a partir de aceite de pescado, hierbas tradicionales, extractos de plantas, vitaminas y otros ingredientes pueden tener un sabor y un olor, bueno, terribles.
Encontrar una forma de contrarrestar estas características siempre ha sido clave para la aceptación generalizada por parte de los consumidores, y parece que la gente cada vez tolera menos los productos que saben mal, por muy saludables que sean.
Las soluciones anteriores, como los edulcorantes, los aromatizantes y los ingredientes que bloquean el sabor amargo, han seguido mejorando con el tiempo. Y más recientemente, los recubrimientos peliculares han hecho que los comprimidos y las cápsulas sean mucho más fáciles de tragar, si se me permite la broma. Sin embargo, el enmascaramiento sólo cubre los sabores a pescado, amargo y metálico. No es una verdadera solución.
Por eso se ha reconocido que la microencapsulación de partículas finas -que encierra ingredientes activos en una cubierta neutra- es el método preferido para enmascarar olores y sabores. Además, la microencapsulación ofrece las ventajas añadidas de aumentar la estabilidad y la vida útil, ya que los ingredientes activos están aislados del oxígeno u otros ingredientes que reaccionan. Este método tampoco interfiere con la liberación controlada. Además, no se añade azúcar.
Enfoques y retos de la microencapsulación más conocidos
El secado por pulverización se utiliza ampliamente en alimentos y bebidas, productos de cuidado personal, productos farmacéuticos y nutracéuticos, pero no es apropiado para todas las aplicaciones. Las elevadas temperaturas necesarias para evaporar el disolvente pueden degradar el valor nutricional de los activos volátiles o sensibles al calor, como microorganismos vivos, proteínas y extractos de plantas. El ajo, por ejemplo, no soporta el calor.
Por esta razón, la liofilización ha tendido a ser la otra opción. Sin embargo, la liofilización a temperaturas bajo cero también puede causar daños. Además, lleva mucho tiempo, ya que cada lote requiere entre 12 horas y cinco días. Esto puede ser un verdadero problema para la fabricación a gran escala.
Lo mejor de ambos mundos: procesamiento continuo a baja temperatura
En los últimos años, el secado electrostático por pulverización ha irrumpido en escena con la capacidad de ofrecer un procesamiento continuo a bajas temperaturas, resolviendo los mayores retos de cada uno de sus predecesores.
Para explicarlo de forma sencilla, en el secado por pulverización electrostática, los ingredientes activos y un portador se añaden a un disolvente muy polar: el agua. Cuando se aplica una carga electrónica a esta solución mientras se atomiza, las moléculas polares del disolvente se repelen entre sí y se dirigen hacia la superficie, forzando el activo hacia el interior a medida que se forma una envoltura alrededor del núcleo y el disolvente se evapora.
Esta envoltura natural contiene físicamente cualquier ingrediente activo que pudiera ofender los sentidos de los consumidores hasta que el producto llega al tracto gastrointestinal.
Es importante señalar que el enmascaramiento del sabor y el olor no son las únicas ventajas. Las pruebas han demostrado que el secado por pulverización electrostática, como el que realiza la serie PolarDry® de Fluid Air, también reduce la pérdida de activos por evaporación, puede prolongar hasta cuatro veces la vida útil y permite obtener la máxima carga de aceite en los polvos oleosos.
Desde probióticos, pescado y productos lácteos hasta microalgas y hierbas, el secado electrostático por atomización proporciona la eficiencia de fabricación, la eficacia del producto y las ventajas para el consumidor necesarias para competir hoy en día.
A nadie en la industria le sorprende que muchos de los ingredientes que hacen que los productos farmacéuticos, nutracéuticos y de cuidado personal sean tan eficaces también tengan sabores y olores desagradables. Los productos con omega 3 obtenidos a partir de aceite de pescado, hierbas tradicionales, extractos de plantas, vitaminas y otros ingredientes pueden tener un sabor y un olor, bueno, terribles.
Encontrar una forma de contrarrestar estas características siempre ha sido clave para la aceptación generalizada por parte de los consumidores, y parece que la gente cada vez tolera menos los productos que saben mal, por muy saludables que sean.
Las soluciones anteriores, como los edulcorantes, los aromatizantes y los ingredientes que bloquean el sabor amargo, han seguido mejorando con el tiempo. Y más recientemente, los recubrimientos peliculares han hecho que los comprimidos y las cápsulas sean mucho más fáciles de tragar, si se me permite la broma. Sin embargo, el enmascaramiento sólo cubre los sabores a pescado, amargo y metálico. No es una verdadera solución.
Por eso se ha reconocido que la microencapsulación de partículas finas -que encierra ingredientes activos en una cubierta neutra- es el método preferido para enmascarar olores y sabores. Además, la microencapsulación ofrece las ventajas añadidas de aumentar la estabilidad y la vida útil, ya que los ingredientes activos están aislados del oxígeno u otros ingredientes que reaccionan. Este método tampoco interfiere con la liberación controlada. Además, no se añade azúcar.
Enfoques y retos de la microencapsulación más conocidos
El secado por pulverización se utiliza ampliamente en alimentos y bebidas, productos de cuidado personal, productos farmacéuticos y nutracéuticos, pero no es apropiado para todas las aplicaciones. Las elevadas temperaturas necesarias para evaporar el disolvente pueden degradar el valor nutricional de los activos volátiles o sensibles al calor, como microorganismos vivos, proteínas y extractos de plantas. El ajo, por ejemplo, no soporta el calor.
Por esta razón, la liofilización ha tendido a ser la otra opción. Sin embargo, la liofilización a temperaturas bajo cero también puede causar daños. Además, lleva mucho tiempo, ya que cada lote requiere entre 12 horas y cinco días. Esto puede ser un verdadero problema para la fabricación a gran escala.
Lo mejor de ambos mundos: procesamiento continuo a baja temperatura
En los últimos años, el secado electrostático por pulverización ha irrumpido en escena con la capacidad de ofrecer un procesamiento continuo a bajas temperaturas, resolviendo los mayores retos de cada uno de sus predecesores.
Para explicarlo de forma sencilla, en el secado por pulverización electrostática, los ingredientes activos y un portador se añaden a un disolvente muy polar: el agua. Cuando se aplica una carga electrónica a esta solución mientras se atomiza, las moléculas polares del disolvente se repelen entre sí y se dirigen hacia la superficie, forzando el activo hacia el interior a medida que se forma una envoltura alrededor del núcleo y el disolvente se evapora.
Esta envoltura natural contiene físicamente cualquier ingrediente activo que pudiera ofender los sentidos de los consumidores hasta que el producto llega al tracto gastrointestinal.
Es importante señalar que el enmascaramiento del sabor y el olor no son las únicas ventajas. Las pruebas han demostrado que el secado por pulverización electrostática, como el que realiza la serie PolarDry® de Fluid Air, también reduce la pérdida de activos por evaporación, puede prolongar hasta cuatro veces la vida útil y permite obtener la máxima carga de aceite en los polvos oleosos.
Desde probióticos, pescado y productos lácteos hasta microalgas y hierbas, el secado electrostático por atomización proporciona la eficiencia de fabricación, la eficacia del producto y las ventajas para el consumidor necesarias para competir hoy en día.